¿Sientes que en algunas ocasiones o con determinadas personas te cuesta expresar tu opinión? ¿Te resulta difícil decir “no”?
O por el contrario… ¿Te dicen que eres borde? ¿Que siempre hay que hacer lo que tú dices?
Seguro que fácilmente has podido verte identificado/a en alguna de estas situaciones al menos en algunos momentos de tu vida. Estas situaciones tienen que ver con nuestros estilos comunicativos. En los primeros ejemplos estaríamos hablando de un estilo de comunicación pasivo; y en los segundos ejemplos de un estilo de comunicación agresivo. Hay un tercer estilo, el estilo de comunicación asertivo, que sería el más deseable y el que nos permite sentirnos mejor con nosotr@s mism@s y resolver mejor nuestros problemas cotidianos.Vamos a conocer en este artículo los distintos estilos comunicativos y conocer algunas sugerencias que nos ayuden a ser más asertiv@s.
Estilo de comunicación pasivo:
Se caracteriza por no defender los derechos e intereses personales. Las personas que suelen tener una comunicación pasiva respetan a los demás, pero no a sí mismas. Se dejan pisotear y manejar por los demás; dejan que sean otros quienes les digan lo que tienen que hacer, aunque a veces sea abusivo.
No son capaces de expresar sus necesidades, sentimientos, derechos u opiniones; y si lo hacen, lo hacen con poca confianza e inseguridad; generándoles muchas veces un gran malestar. Suele ser un estilo de comunicación más habitual en personas tímidas, introvertidas o que se muestran inseguras en las relaciones personales.
Entre las características de este estilo de comunicación, destacan el contacto visual escaso, el tono de voz bajo y el discurso poco fluido o dubitativo.
¿Qué efectos provoca tener una comunicación pasiva? Constante sensación de ser manipulado, incomprendido o no tenido en cuenta. Sentimientos de impotencia, ansiedad, frustración y baja autoestima.
Estilo de comunicación agresivo:
Se caracteriza por defender en exceso los derechos e intereses personales sin tener en cuenta los de los demás. Suelen expresar sus opiniones, sentimientos y necesidades de manera inapropiada y dañando a los demás. En muchas ocasiones se utilizan también reproches, amenazas e incluso insultos.
Más que intentar comunicar una información, se trata de una lucha o marca de poder.
Las personas con una comunicación agresiva suelen mostrar un tono de voz elevado, habla tajante, expresión de enfado, mirada retadora y gestos exagerados y desafiantes.
¿Qué efectos provoca tener una comunicación agresiva? Puede provocar rechazo o huida por parte de los demás, destrucción o ruptura de relaciones de amistad, pareja o laborales; puede ser que la persona se sienta sin control; también puede generar culpa y frustración. En muchas ocasiones se sienten solos, incomprendidos y tienen una baja autoestima.
Estilo de comunicación asertivo:
Se caracteriza por expresar las ideas y sentimientos de una forma adecuada, respetando los derechos de los demás y los propios.
Las personas asertivas hablan claramente y con franqueza a los demás; son capaces de pedir lo que desean, expresar lo que sienten sin herir a los demás, y ser capaces de decir “no” cuando algo no les parece razonable o apetecible. Suelen ser personas que mantienen la expresión facial tranquila y amable, contacto visual directo y habla fluida y segura.
¿Qué efectos provoca tener una comunicación asertiva? Es el estilo comunicativo que te ayuda a resolver mejor los problemas cotidianos; las personas asertivas suelen tener sensación de control emocional, se sienten satisfechas y a gusto consigo mismas y con los demás.
La asertividad va muy unida a nuestra autoestima. Si nos queremos y nos respetamos, seremos capaces de querer y respetar al otro, y de esta manera podremos hacer valer nuestros derechos sin pisar los derechos del otro.
¿CÓMO PODEMOS SER MÁS ASERTIVOS?
La asertividad es un comportamiento que se puede aprender y mejorar. A continuación vamos a ver pequeñas sugerencias que pueden ayudarte a mejorar tu asertividad:
- Obsérvate: ¿Con quién te ocurre? ¿Cuándo te ocurre? (en el trabajo, con los amigos,en actos sociales…) ¿Cómo sueles afrontar la situación normalmente?
- Identifica qué piensas y sientes: ¿Qué piensas antes de enfrentarte a la situación? ¿Qué piensas durante la situación? ¿Qué piensas después? ¿Cómo te sientes en las situaciones que te cuesta afrontar? ¿Qué sensaciones físicas experimentas?
- Reemplaza tus pensamientos negativos:Una vez los tengas localizados, procura sustituir tus pensamientos negativos por otros más realistas y positivos; por ejemplo: “soy un mal trabajador si le digo a mi jefe que no haré todas las horas extras que me pide, lo voy a decepcionar” sustituirlo por “merezco que me respeten y no puedo hacer todas las horas extras yo cuando hay muchas personas que podrían hacerlas y no las están haciendo”.
- Conoce tus derechos y recuérdatelos de vez en cuando:El derecho a ser tratado con respeto y dignidad, el derecho a ser escuchado y tomado en serio, el derecho a cometer errores, el derecho a tu descanso, el derecho a tener y expresar tus propios sentimientos y opiniones, el derecho a pedir lo que quieres teniendo en cuenta que la otra persona tiene derecho a decir “no”, etc. Sólo si crees en tu derecho a defender tus ideas y expresar tus sentimientos, podrás hacerlo sin herir a nadie.
- Comprende que los demás no pueden leerte la mente: Si quieres que se tengan en cuenta tus deseos y necesidades, deberás empezar por expresarlas.
- Ten claro lo que quieres y céntrate en tu objetivo:Aunque una conversación se ponga tensa, es importante que recuerdes cuál es tu objetivo. Para ser asertivo no debes sólo exponer las situaciones, sino dejar claro qué es lo que quieres. Tu objetivo es ése, no ganar la discusión.
- Habla desde el “yo y no desde el “tú”: Te ayudará a expresar tus sentimientos sin que la otra persona se sienta atacada. Por ejemplo: en lugar de decir “Me has ignorado durante todo el fin de semana” puedes decir “estoy disgustada con la forma en la que te has comportado este fin de semana conmigo”. Aunque estés diciendo lo mismo pero con otras palabras, seguramente tu mensaje será aceptado mejor por la otra persona, que no lo sentirá como un ataque y se mostrará más receptivo.
- Reduce la ansiedad: Hay muchas técnicas que pueden ayudarte a reducir tu ansiedad: técnicas de relajación, control de la respiración, trabajo con el lenguaje corporal, etc. Es importante si quieres comunicarte de manera asertiva, que tu postura corporal sea firme y calmada, que no muestre debilidad ni por el contrario agresividad.
Si tienes dificultades para mejorar tu asertividad y sientes que tu manera de comunicarte te ocasiona malestar; te recomiendo que consultes con un/a profesional que pueda ayudarte.
“Sólo quién posee una alta autoestima, quien se aprecia y valora a sí mismo, podrá relacionarse con los demás en el mismo plano, reconociendo a los que son mejores en alguna habilidad, pero no sintiéndose inferior ni superior a nadie.”