Si tuviera que decir cual es la sintomatología más habitual que veo en consulta, sin duda es la ansiedad.
Muchas veces las personas que llegan a consulta están asustadas y desconcertadas por la aparición de la ansiedad en sus vidas. Las primeras veces que aparece pueden ser muy desconcertantes, en ocasiones muchas personas llegan incluso a ir a urgencias ante el malestar que sienten y con la duda de que les esté pasando algo físico (ataque al corazón, infarto, etc.). En otras ocasiones sólo sienten su presencia, pero desconocen qué les está pasando, y se dan cuenta tiempo más tarde, cuando se lo dice alguna persona cercana o consultan con algún especialista.
Mediante este artículo voy a intentar responder algunas preguntas que habitualmente me formulan mis pacientes, esperando que puedan serviros de ayuda.
¿Lo que me pasa a mí es ansiedad? ¿Qué síntomas tiene?
No hay una sola manifestación de la ansiedad; ésta engloba síntomatología muy diversa y puede manifestarse de manera distinta en cada persona. Cada una de ellas puede experimentar sensaciones corporales diferentes; algunas de las más habituales son las siguientes: sensación de ahogo, hiperventilación, presión en el pecho, taquicardia, rigidez, sudoración, temblores, nauseas o incluso mareos y desmayos.
Ésta es la sintomatología más visible o incapacitante; pero existen muchas otras manifestaciones de la ansiedad que son psicológicas; por ejemplo la sensación de agobio por no llegar a todo, por no hacer las cosas todo lo bien que desearíamos; comer de manera descontrolada, no dormir bien, sentir bloqueos mentales, miedo intenso a tener un ataque de ansiedad,etc.
¿Por qué a mí?
La ansiedad es una emoción desagradable, y cuando aparece en nuestras vidas tendemos a preguntarnos, ¿por qué a mí?. La respuesta a esta pregunta no es sencilla.
Lo primero que debemos hacer para responderla es entender que aunque la ansiedad sea desagradable y nos incomode, no podemos elegir la opción de evitarla; sino que debemos escucharla. Como toda emoción, la ansiedad tiene una función, viene a avisarnos de algo. Cuando se nos presenta debemos hacer el trabajo de escucharla y averiguar qué mensaje nos trae; seguramente nos está avisando de que hay algo que está mal en nuestra vida y debemos cambiarlo o afrontarlo de otro modo.
Muchas de las personas que acuden a terapia padecen síntomas de ansiedad pero no identifican cuál es el mensaje que viene a darles, ya que aparentemente todo está bien en sus vidas. En estos casos eso es lo que vamos a intentar encontrar y trabajar mediante la psicoterapia; además de proporcionales recursos para controlar los síntomas.
¿Por qué en este momento que estoy relajado/a?
La ansiedad aparece cuando ella elige, no avisa. Si no tenemos la costumbre de escucharnos, de mirar dentro de nosotros cómo estamos, cómo nos sentimos, etc. Si no tenemos la costumbre de conectar con nuestras emociones; es más probable que cuando ocurra algo que desestabilice nuestras vidas no sepamos identificar lo que estamos sintiendo, y aparezca la ansiedad. En otras ocasiones las situaciones que vivimos son tan intensas que no podemos afrontarlas hasta que el dolor emocional disminuya, y nuestro modo de sobrellevarlo es tapando nuestras emociones como mecanismo de supervivencia. De este modo, en ocasiones aparece la ansiedad en el momento en que “le damos permiso” para salir, cuando estamos más relajados/as. Un ejemplo habitual podría ser tras la pérdida de un ser querido: en ocasiones alguna de las personas mantiene la posición de fortaleza ante la familia, hace todos los trámites, se preocupa por los demás y los anima; y cuando los demás ya han recobrado la tranquilidad y la situación se estabiliza, es cuando le aparece la ansiedad.
¿La ansiedad se cura?
Más que hablar de curación, prefiero reformular la pregunta; ¿la ansiedad desaparece? La respuesta es sí. Debemos descubrir qué viene a decirnos, y una vez sepamos eso, debemos actuar en consecuencia para poder lograr que desaparezca. Que su función, su mensaje, ya no sea necesario. Una vez lo logremos, la ansiedad desaparecerá. Pero no significa que no vuelva a aparecer nunca; puede suceder que en otros momentos de nuestras vidas pasemos por situaciones y vivencias que la reactiven de nuevo. Aunque si eso sucede, ya la conoceremos, tendremos más herramientas y recursos para enfrentarnos a ella y sobretodo habremos aprendido a escucharla y a escucharnos.
¿Es bueno tomar medicación para la ansiedad?
Cada caso es diferente y como hemos visto la sintomatología puede ser muy diversa y en algunos casos incapacitante, por tanto no hay una respuesta universal. En todo caso el uso de la medicación ayuda a reducir la sintomatología y puede ser muy adecuado para aliviar el malestar de algunas personas y reducir la intensidad de los síntomas, os recomendaría que consultéis con vuestro/a médico/a. De todos modos, bajo mi punto de vista, la medicación puede ayudar, pero no tiene sentido si no va acompañada de un abordaje psicológico; es un remedio “rápido”, un parche que nos puede servir de ayuda, pero tenemos que dejar que nuestras emociones salgan a la luz y entender por qué ha aparecido la ansiedad en nuestra vida.
Si queréis leer algunos consejos sobre cómo manejar la ansiedad, podéis leerlos en mi artículo https://www.psicologasilvianoguero.es/combatir-ansiedad/
Si se os ocurre cualquier otra pregunta sobre el tema, si tenéis alguna duda o inquietud, no dudéis en formularla e intentaré responderla lo antes posible.